Además de la circulación
mayor y menor, existen otros tres destacados tipos de circulación distintos,
debido a que presentan recorridos y características diferentes. Estas son la
circulación hepática o sistema porta-hepático, la circulación encefálica o
sistema porta hipotalámico-hipofisiario y la circulación fetal.
Centrándonos en
el sistema porta-hepático, se trata de la formación de una vena en el abdomen
que, en lugar de drenar en las venas cavas principales o en algunos de sus afluentes,
se ramifica e irriga a otro órgano primero. Es decir, este sistema constituye
otra circulación distinta de la normal, que es la circulación de la vena porta.
Así, el sistema
porta recoge sangre de los intestinos y la dirige a una vena común, que es la
vena porta, la cual lleva dicha sangre al hígado. Esta vena porta está formada
por la unión de las venas esplénica y mesentérica superior.
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