En esta segunda entrada sobre la leucemia cerraremos el tema hablando de como prevenirla. El tratamiento depende de la causa. Solo en los casos en los que la vida del paciente peligre el tratamiento es el reemplazo urgente mediante transfusiones de concentrados de hematíes.
En caso de que sea por deficiencia de hierro el tratamiento consiste, obviamente, en suplementos de hierro y cambiar la alimentación. Este hierro se puede administrar por vena. Si se pierde hierro por sangrado habrá que cerrar la hemorragia, en quirófano si así lo requiere la herida. Por falta de vitaminas la solución son suplementos de las vitaminas perdidas e implementarlas en la dieta en una concentración mayor. Si es por deficiencia de B-12, necesitarás inyecciones de esta vitamina.
Si la causa de la anemia es una enfermedad crónica, el tratamiento es dirigido principalmente a la enfermedad. Si es grave, se procede a la inyección de sangre o eritropoyetina. Si es anemia aplásica se inyecta también sangre o médula ósea. En cuánto a la asociada con la enfermedad de la médula ósea, también se transplanta médula ósea combinado con quimioterapia y medicamentos. Las hemolíticas se curan evitando medicamentos sospechosos, tratar las infecciones y tomar medicamentos que inhiban el sistema inmune. En este tipo se suele necesitar un medicamento continuo.
La anemia de células falciformes se trata con oxígeno, analgésicos y líquidos orales e intravenosos para reducir el dolor y evitar complicaciones. También se pueden recomendar transfusiones de sangre, suplementos de ácido fólico y antibióticos. La hidroxiurea, un medicamento contra el cáncer también se utiliza como medicamento en este tipo de anemias. El último grupo del que hablaremos son las talasemias, que no suelen necesitar tratamiento. Las formas más graves de estas pueden necesitar transfusiones, suplementos de ácido fólico, medicamentos o extirpación del bazo.
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